La risa tiene gran importancia para la fisiología de nuestro cuerpo. Es un mecanismo de liberación para el cuerpo. La risa tiene su origen en las emociones como lo es el llanto.

La risa libera tensiones del cuerpo; le brinda alivio. Reírse es un gesto innato que hace que nuestro cerebro libere dopamina, se reduzca el nivel de estrés y nos sentimos mucho mejor. Ha quedado demostrado que la risa fortalece el sistema inmunológico. Las personas que ríen mucho, enferman poco.

Las personas que ríen son más empáticas, se les ve más confiables, siempre y cuando no sea una risa fingida de la que es fácil darse cuenta.

La risa tiene el poder de disipar los miedos. La ciencia aún no ha podido explicar por qué.

Las personas graciosas que hacen reír a la gente, les atraen más a las mujeres a quienes se les escucha decir: “Me atrae porque me hace reír”.

Según el ingeniero Fernando Padilla Farfán, reír provoca una sensación de bienestar. En situaciones de peligro a veces reímos porque nos da cierto alivio.

La risa ha sido estudiada por la ciencia. Investigadores han tratado de explicar este gesto innato que hacemos hasta cuando estamos dormidos.

Según la Sociedad Española de Neurología, nos reímos cuando percibimos una incongruencia y no aquello que nuestro cerebro esperaba de forma racional.

La revista Hola dice que al reírnos pasamos por varias etapas entre ellas la percepción y el cese de desinhibición frontal.

Según un artículo publicado por la BBC Mundo, un estudio arrojó que, por cada diez minutos de conversación, una persona se ríe siete veces. “La emoción fluye cuando menos lo pensamos”, dice.

En el mismo artículo se lee que la risa también es una emoción que nos sirve para entablar lazos sociales. Agrega que es una forma primitiva de sonido. Imágenes de resonancia magnética muestran que cuando alguien ríe, no existe un movimiento real de la lengua, mandíbula, paladar o labios. Toda la acción pasa en la caja torácica.

Es por eso que cuando soltamos una carcajada viene acompañada de sonidos, jadeos, chillidos, hasta ahogos o ronquido. Una explicación de ello es que simplemente refleja que el músculo del pecho se está apretando y haciendo presión en la caja torácica para que salga el aire.

La revista HOLA afirma que “La risa resulta muy beneficiosa para nuestra salud (al menos, la risa verdadera). Acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro. Puede, incluso, incrementar el umbral del dolor. Este es uno de los motivos por los que la risoterapia y otras actividades lúdicas tienen cada vez más cabida en hospitales y tratamientos médicos.

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La comunicación humana nace por la necesidad de los individuos de transmitir sus intenciones y ponerse de acuerdo en diversos aspectos de su vida social. La comunicación surge porque requerían intercambiar información primeramente para protegerse, luego para mejorar la convivencia entre los miembros de una comunidad remota.

Los hombres primitivos inventan el lenguaje gracias a que es una de las capacidades innatas, para expresarse con mayor claridad y darse a entender mejor.

Sin embargo, el lenguaje y la voz humana no eran el único mecanismo del que disponía el hombre primitivo. Existía la comunicación gestual, la que involucra al cuerpo y que se maneja en otros niveles de comunicación no verbal, que no utilizan la palabra. Cualquiera tiene capacidad de comunicarse con este tipo de comunicación.

Para hablar se emplea el sistema fonador: los pulmones, la garganta, cuerdas vocales, laringe, boca, lengua, labios, dientes. Gracias a todo esto se pueden emitir sonidos de manera continua, organizada y coherente.

La voz humana es nuestro canal de comunicación, el más común y el más empleado, ya sea en vivo y directo o a través de instrumentos inventados para magnificarla como micrófonos.

La capacidad del lenguaje es única y exclusiva de la humanidad. Es posible porque el hombre está dotado de la capacidad intelectual. La comunicación humana nace con el ser humano. Es decir, la comunicación verbal humana se inició con la aparición del Homo sapiens hace unos 2.5 millones de años.

La comunicación entre los humanos, desde su origen, fue un factor importante para elevar el nivel de organización en distintas actividades como la guerra o la cacería.

En los tiempos primitivos, la transmisión del conocimiento dependía solo de la voz humana. Los conocimientos y las historias estribaban de la comunicación oral. Además, la parte trascendente es que la capacidad intelectual contenida en el cerebro humano, podían almacenar los sonidos que se convertían en palabras.

Esta información se transmitía de una generación a otra; pero si la persona que la tenía almacenada moría, esa información se perdía definitivamente.

LA ESCRITURA

El ingeniero Fernando Padilla Farfán apoya la idea de que, para resolver el problema de la pérdida de la información por muerte de la persona que la tenía en su memoria, tuvieron que inventar la escritura como una forma para que la información perdurara a través del tiempo.

Fue por esta razón que Inventaron una serie de símbolos que podían transmitir siempre el mismo mensaje. Fueron símbolos que representan la realidad del entorno.

Se supone que los primeros inventores de la escritura fueron los sumerios, quienes habitaban el sur de la Mesopotamia. El primer código de escritura apareció allí en el año 3100 antes de Jesús, y poco después la escritura vuelve a ser inventada a casi 1600 kilometres de distancia, en Egipto.

La escritura es una de las grandes creaciones del hombre. Lo maravilloso es que, aunque con signos diferentes, apareció en distintos pueblos y épocas. Pero siempre tuvo la misión trascendente de salvar el pensamiento humano y transmitirlo a las generaciones futuras.

Los incas fueron los únicos en el mundo en desarrollar una espléndida civilización sin llegar a conocer la escritura. Los registros y censo de población que les permitían controlar su extenso imperio, se mantenían por medio de un sistema de cuerdas anudadas llamadas quipos que hacía las veces de escritura y de cálculos.

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