En el Día Mundial de la Diabetes, los expertos advierten contra el uso de «productos milagrosos».
Hasta el tercer trimestre de 2023, Puebla se ubicó en tercer lugar a nivel nacional por más ingresos hospitalarios de pacientes con diabetes mellitus tipo II
La internet y la desinformación son factores que han desencadenado una problemática que cada vez se acentúa más: el consumo de productos “milagro” o remedios caseros para combatir la diabetes. Se trata de un engaño que puede traer graves complicaciones a la salud de los pacientes, como la pérdida de visión, amputación de una extremidad, problemas renales, entre otros, advierten especialistas médicos.
A propósito del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este 14 de noviembre, doctores entrevistados por El Sol de Puebla compartieron que a través de páginas de internet se vende la falsa idea de sanar la diabetes, no obstante, esta enfermedad no tiene cura, ya que se trata de un mal crónico degenerativo que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre.
Tan solo hasta el tercer trimestre de 2023, la Secretaría de Salud federal ubicó a Puebla en tercer lugar a nivel nacional por más ingresos hospitalarios de pacientes diagnosticados con diabetes mellitus tipo II (la que es la más común y se da en adultos), pues fueron 2 mil 213 personas y, según cifras de la Secretaría de Salud estatal, hasta el 2022 había 36 mil 68 pacientes en tratamiento.
Pacientes olvidan tratamiento médico
De acuerdo con Enrique José Torri Medina, médico geriatra del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Puebla, en este 2023 se ha detectado un alza en el consumo de fármacos “milagro”, es decir, que los pacientes diabéticos ingieren productos que vieron en una página de internet, sin que estos tengan un aval sanitario.
Comentó que anteriormente era usual escuchar que los enfermos tomaban jugos verdes, pero en algunos casos en lugar de mejorar la salud era lo contrario, ya que las personas que consumían estos le daban prioridad y dejaban su tratamiento médico controlado.
Lo anterior es lo mismo que pasa actualmente con las pastillas, polvos y hasta jarabes que se ofertan a través de internet, debido a que los pacientes confían en estos y los ingieren, pero abandonan los medicamentos recetados por un doctor.
El especialista refirió que internet ha mejorado el acceso a la información, no obstante, no siempre esta es certera. Expone que algunas páginas en la web venden medicamentos que no están autorizados por la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autoridad para regular los fármacos, y para que la gente los compre, colocan fotos y biografías inventadas de doctores, incluso hasta reseñas de pacientes que aseguran les ha servido estos productos. Todo es falso.
“En este último año hemos batallado con los medicamentos milagrosos, antes batallamos mucho con los jugos, algunas hierbas, la canela, los nopales, pero eso es algo natural. Este año y sobre todo en las páginas de internet venden medicamentos que supuestamente curan la diabetes o nos bajan los niveles de glucosa, pero esta enfermedad no tiene cura, se controla, pero no se erradica”, advirtió.
Detalló que esta situación se presenta porque los enfermos algunas veces tienen reacciones adversas a los medicamentos controlados que se les brinda para su tratamiento y piensan que les está haciendo daño, por ello en lugar de acudir a revisión con su médico y comentarle lo ocurrido, prefieren probar otras alternativas.
La mejora es solo un juego en la mente
Torri Medina aseveró que no solo son fármacos “milagro”, sino también malteadas, tés y hasta cafés los que ingieren los pacientes con diabetes, quienes se sienten bien entre tres y seis meses, sin embargo, después de este tiempo regresan con el médico, pues la enfermedad se les complica.
Las afectaciones van desde la pérdida de la visión, problemas renales y hasta el entumecimiento de las extremidades, lo que puede llevar a la amputación de alguna de estas. Es así que los diabéticos llegan en una etapa ya avanzada, pese a que esto se pudo prevenir.
“No hay ningún estudio que compruebe que los suplementos alimenticios o medicamentos ‘milagrosos’ ayudan a controlar la diabetes, sino que en realidad desencadenan problemas. El paciente cree que empieza a sentirse mejor, pero en realidad solo es un juego en la mente, porque a los tres meses regresan, esto cuando ya hay más complicaciones”, expuso.
El 64 por ciento de los pacientes no lleva un buen control de la enfermedad
A su vez, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), indicó que solo el 34 por ciento de los diagnosticados con este padecimiento llevan un buen control de la enfermedad, empero, el 64 por ciento no siguen las indicaciones médicas y al menos el 22 por ciento recurren a productos milagro.
Aclaró que si bien en algunas ocasiones se venden vitaminas como las que pueden erradicar la diabetes, hay otras en las que se trata de mera charlatanería, ya que en lugar de ayudar a los enfermos es todo lo contrario.
Destacó que no hay publicaciones serias que hablen sobre que realmente estos productos quitan esta enfermedad, lo que quiere decir que no están comprobados.
Igualmente, Francisco Javier Castorena Velasco, responsable estatal de enfermedades cardiometabólicas de la Secretaría de Salud estatal, añadió que cualquier paciente que se diagnostica con diabetes normalmente tiene siete años de haber iniciado con esta enfermedad, por ello al ingerir otras sustancias no verificadas se crea un problema más grande.
Aseguró que son los pacientes que empiezan con la enfermedad quienes no creen en esta o prefieren escuchar las recomendaciones de los familiares, amigos y conocidos para curarse con tratamientos diferentes, pero entre más longevos se vuelven más complicaciones hay.
“Muchas veces es por dichos de familiares o amigos que se alejan del servicio médico hacia la toma de este tipo de productos ‘milagro’, yo recomiendo que acudan a los centros de salud del estado para que se les pueda otorgar el servicio, no solo de la orientación sobre el uso de los medicamentos, sino también la dieta y ejercicio, los cuales favorecen que la enfermedad tenga un mejor control”, explicó.
Productos naturales pueden tomarse a la par del medicamento
No todo es negativo, puesto que a decir de Torri Medina, médico del ISSSTE en Puebla, los pacientes pueden consumir productos herbolarios, siempre y cuando no sean su prioridad, los lleven a la par de su tratamiento controlado y pidan la opinión de su médico especialista.
Platicó que son los adultos de 50 años en adelante quienes buscan alternativas para sobrellevar la diabetes, por ello al ser mayores a veces es difícil quitarles la creencia de que con algunos productos herbolarios pueden mejorar. Ante esto dijo que no hay tanto problema si se combinan con los medicamentos controlados.
“Cuando son medicamentos herbolarios no hay tanto problema, mientras no dejen su medicamento que está bajo control médico. Los remedios naturales como canela, avena, jugos verdes y nopales son cosas que de alguna manera están en la alimentación general y no hay tanto problema”, manifiesta.
Reconoció que hay quienes consumen jamaica, canela, avena, moringa, entre otras hierbas, las cuales pueden tener un efecto benéfico, pero no tanto para mencionar que van a curar la diabetes.
Los consumen porque son más baratos
Desde la opinión de López Villalobos, también docente de la UPAEP, aunque no existen estadísticas o datos oficiales de cuántas personas consumen medicamentos “milagro” o herbolarios para combatir la diabetes, esto se debe a que algunos de estos son más baratos que los medicamentos avalados por la Cofepris.
Según comentó, adquirir fármacos para controlar esta enfermedad es difícil cuando el paciente no tiene seguridad social, pues llegan a costar hasta 2 mil pesos, por lo que en algunos casos la gente opta por pagar menos en productos que piensan que sirven, pero no es así.
Apuntó que también la falta de medicamentos en el sector salud desencadena que los ciudadanos recurren a otras alternativas, ya que no todos tienen las posibilidades económicas para comprar lo recetado y más cuando son adultos mayores, pues llegan a gastar más de 3 mil pesos mensuales.
“Sí se ha incrementado el consumo de estos productos denominados milagro, porque los pacientes no tienen los medicamentos por el sector salud o no les alcanza para comprarlos. Hay pocos fármacos, a veces les piden que regresen en 15 días y esto motiva a buscar otras alternativas”, subrayó.
Antonia consume medicamentos herbolarios
Antonia es el claro ejemplo de que no siempre se puede costear la enfermedad cuando ya es un adulto mayor, puesto que a sus 68 años comparte que no cuenta con seguro social y acude a los servicios de salud estatales. No obstante, debido a que no confía tanto en estos y no puede atenderse de manera particular, toma medicinas herbolarias, pero las consume a la par de su tratamiento.
En algunas ocasiones, cuando se queda sin medicina y no puede comprarlas, solo ingiere tés o pastillas herbolarias, pero al siguiente día recurre al médico para que le vuelvan a dar el tratamiento. Afirma que esto no le ha afectado.
Relata que toma pastillas de moringa que ayudan a regular su glucosa, también té de jamaica sin azúcar, pero eso sí, siempre le da prioridad a los medicamentos que le receta el doctor.
“Yo no tengo mucho dinero, vendo mis verduras en el tianguis de San Ramón, lo poco que gano me sirve para comprar comida o pagar los servicios de mi casita. Me enteré de que tenía diabetes hace siete años y desde entonces por lo poco que gano voy al centro de salud y tomo mis pastillas de moringa, las intercambio ahí en el tianguis (…) me ayudan con la diabetes”, añade.
Josefina, otra paciente, cuenta que cuando fue diagnosticada con esta enfermedad buscó atenderse de otra forma, hizo caso a sus vecinos que le decían que era mejor tomar malteadas o tés de cierta marca, sin embargo, después de dos meses se sintió mal y ahí fue cuando el médico le explicó que no eran recomendables.
Debido a que acudió a tiempo a consulta no tuvo graves consecuencias, pero recuerda que una de sus primas pasó por lo mismo y ella se sintió bien, pero a los cinco meses presentó afectaciones, pues perdió la visión en el ojo izquierdo.
Aunque fue testigo de esta mala experiencia, sus ganas de curarse fueron mayores, por ello se motivó a usar otros productos, no obstante, “aprendió a la mala” que no debía consumirlos. Actualmente, solo sigue las indicaciones del especialista que la atiende y cuida su alimentación.
“Yo sí tomaba esas famosas malteadas o polvos, la verdad yo quería no sentirme mal y curarme de forma saludable, pero no era la manera de hacerlo, creo que hasta gastaba más (…) ahora ya solo voy con mi doctor, no le hago caso a esas recomendaciones del vecinito, de familiares o hasta de amigos cercanos, prefiero irme por la segura”, opina.
Ante esto, Francisco Javier Castorena Velazco, funcionario de la Secretaría de Salud en Puebla, recordó que los principales factores para adquirir la diabetes son la obesidad, adicciones, sedentarismo y antecedentes hereditarios, por ello recomienda que a partir de los 20 años los poblanos y poblanas acudan una vez al año a un centro de salud para checarse los niveles de glucosa y no esperar hasta sentirse mal.
Agregó que se debe cuidar la alimentación, hacer ejercicio diariamente y evitar consumo excesivo de azúcares, más aún cuando hay antecedentes familiares con esta enfermedad. De hacerlo, de tal forma se alarga la vida y el inicio de la diabetes, de lo contrario podrían ser diagnosticados antes de los 50 años, lo cual es preocupante.
Finalmente, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias UPAEP, exhortó a los ciudadanos a no utilizar estos productos engañosos, no dejar de lado su tratamiento médico y mejorar sus hábitos de vida. Igualmente, pidió a las autoridades reforzar la vigilancia de estos productos “milagro”, pues en casos extremos, pero posibles, pueden