Por: Ing. Fernando Padilla Farfán
El decenio que ha terminado, estuvo marcado por diversos hechos y acontecimientos que sellaron la vida política de México.
La detención en Estados Unidos de Genaro García Luna, el “Non Plus Ultra de la seguridad pública”, cuya experiencia fue reconocida internacionalmente inclusive por el FBI y la DEA, colocan en la tabla de avisos los nombres de altos funcionarios de los últimos gobiernos mexicanos. Claro es que EU no va nada más por lo pasado, esa información ya la tenían. No. La jugada estratégica es mantener vivas las investigaciones a algunos personajes de la actual administración, para que no protesten por la letra chiquita de los convenios que ambos países firmen. Y ya empiezan a filtrarse nombres.
Los partidos políticos concluyen el decenio en circunstancias nada favorables para sus seguidores. La gente se hartó del manejo patrimonialista de la política y los castigaron, prácticamente a todos. No supieron leer las necesidades de una sociedad harta de la rampante corrupción. Circunstancia que favoreció a MORENA logrando conseguir el poder político de manera casi absoluta. Por cierto, están tan crecidos que ya hay desacuerdos al interior del partido.
La iglesia no queda al margen de los acontecimientos políticos del decenio. Si bien son conocidas sus discretas preferencias por determinados partidos o candidatos; en los últimos 10 años no se había confrontado tan directamente con un gobierno como ocurre con el actual. Las relaciones no son del todo cordiales, hay discrepancias. De prevalecer la polarización de actitudes en el entrante decenio, quien padecería las consecuencias sería MORENA por la influencia de la iglesia en los votantes.
Otro de los aspectos que se consideran como inéditos, es la tirante relación de gobernadores con el jefe de las instituciones federales. El presidente López Obrador ha exigido que los mandatarios estatales se levanten temprano para presidir las reuniones sobre seguridad. Los gobernadores alegan que esa medida no garantiza que bajen los índices delincuenciales. Argumentan que los madrugadores, varios de MORENA, no han alcanzado los resultados que la ciudadanía exige.
Otro de los temas que tuvieron repercusión mundial, fue el controvertido asilo que el gobierno mexicano le otorgó al ex presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, tras abandonar el cargo por recomendación de su propio ejército y por la protesta social provocada por su intención de reelegirse en condiciones poco democráticas. La decisión del gobierno mexicano fue cuestionada por diversos sectores de la población particularmente por el trato preferencial desde su traslado de Bolivia hasta su llegada a tierras mexicanas. Luego, la sorpresa de su intempestiva salida del país sin previo aviso y hasta sin despedirse.
Las tentaciones del gobierno norteamericano de participar abiertamente en las decisiones políticas y de seguridad de México, acariciada por años, encontraron una oportunidad a raíz de la masacre de la familia Le Barón, quienes mantienen la doble nacionalidad: mexicana y norteamericana. 60 camionetas con agentes del FBIE entraron a territorio mexicano para contribuir en las investigaciones del artero crimen. Se desconoce cuándo saldrán.
Después de prolongado cabildeo, por fin se firma el Tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá o T-MEC, que daría certidumbre a las inversiones. Solo un detalle le restó lucidez al hecho: la letra chiquita que no lograron leer, le otorgó algunas ventajas al gobierno de Trump.
Fuente: REVISTA LÍDER MÉXICO
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